sábado, 26 de julio de 2008

LIBROS LIBRES


Abrimos una sección en la que cualquier interesado en la literatura de los siglos XVI y XVII puede introducir sus avisos, sus recomendaciones y sus lecturas de libros. En esta primera entrega, Pedro Ruiz Pérez, a modo de ejemplo, nos da su primera aproximación a lo que vamos a llamar en esta bitácora aisense LIBROS LIBRES.

 

I.               Avisos y noticias

Flavia Gherardi, “Un cuerpo parecemos y una vida”. Doppie identità nella narrativa spagnola del Secolo d’Oro, Pisa: Edizioni ETS, 2007.       315 pp.  I.S.B.N.: 978-884671798-6

Eduardo Chivite Tortosa (ed.), La sátira contra la mala poesía. Antología de poesía satírica del Siglo de Oro, Córdoba: Berenice, 2008.   309 pp.  I.S.B.N.: 978-84—96756-42-7

Luis de Góngora, Sonetos, ed. Biruté Ciplijauskaité, Sevilla, Junta de Andalucía, 2007 (facsímil de la de Mdison, HSMS, 1981).    685 pp.   I.S.B.N.: 978-84-8266-700-3

José Julio Martín Moreno, Entre el Renacimiento y el Barroco. Pedro de la Sierra y su obra, Universidad de Zaragoza, 2007.      337 pp.    I.S.B.N.: 978-84-7733-924-3

Cervantes and / on / in the New World, eds. Julio Vélez-Sainz y Nieves Romero-Díaz, Newark, Juan de la Cuesta, 2007     326 pp. I.S.B.N.: 978-1-58871-103-8

Aunque entiendo poco griego... Fábulas mitológicas burlescas del Siglo de Oro, ed. Elena Cano Turrión, Córdoba: Berenice, 2007.     224 pp. I.S.B.N.: 84-935047-5-0

 

II.             Recomendados

Crystal Anne Chemris, Gógora’s “Soledades” and the Problem of Modernity, Woodbridge: Tamesis, 2008.     HB.    174  pp.    I.S.B.N.: 978-1-85566-160-8

Luis, Gómez Canseco, Poesía y contemplación. Las “Divinas nupcias” de Benito Arias Montano y su entorno literario, Universidad de Huelva, 2007

Antonio Gargano, Con accordato canto. Studi sulla poesia tra Italia e Spagna nei secoli XV-XVII, Napoli: Liguori, 2005.    302 pp.    I.S.B.N.: 88-207-3881-3

Matteo Lefèvre, Una poesia per l’Impero. Lingua, editoria e tipologie del petrarchismo tra Spagna e Italia nell’epoca di Carlo V, Roma: Vecchiarelli, 2006.  255 pp.   I.S.B.N.:  88-8247-181-0

 

III.           Lecturas

Javier Jiménez Belmonte, Las “Obras en verso” del Príncipe de Esquilache. Amateurismo y conciencia literaria, Woodbridge: Tamesis, 2007.   

Alain Bégue, Las academias literarias en la segunda mitad del siglo XVII. Catálogo descriptivo de los impresos de la Biblioteca Nacional (Premio de Bibliografía 2006), Madrid: Biblioteca nacional, 2007.

The Reach of the Republic of Letters Literary and Learned Societies in Later Medieval and Early Modern Europe, ed. Arjan van Dixhoorn y Susie Speakman Sutch, Leiden/ Boston, Brill, 2008.

 

Una de las perspectivas de estudio últimamente más atendidas y fructíferas es la abierta por Bourdieu y su enfoque de una sociología aplicada a la literatura de un cuño renovado respecto a las propuestas de corte marxista, determinista o goldmaniano. El trabajo de Alain Viala para le Grand Siècle ofreció una aplicación muy concreta y de interés más directo para los estudios áureos, por extender la propuesta a una época anterior a la elegida por el maestro y por integrar otras metodologías confluentes, como el análisis de las “carreras literarias”. Desde ellos, son diversos los acercamientos ensayados para las letras españolas, algunos, como el de Inke Gunia, para un período posterior, y otros, más ceñidos al período aúreo, aunque menos abarcadores, como los libros de Carlos Gutiérrez sobre Quevedo o el de Julio Vélez Sáinz sobre la imagen y el concepto del Parnaso; a ellos cabría sumar, aunque desde posiciones distintas, el de Strosetzki sobre la profesionalización de las letras en el XVI. La tarea, sin embargo, es muy grande, y en ella han de tener cabida nuevas aportaciones, como las ahora reseñadas.

 

El libro de J. Jiménez Belmonte no es sólo un estudio valioso de la obra de un poeta que tiene más interés que la atención crítica hasta ahora recibida, pues a ello incorpora un modelo de análisis muy sugerente, sobre todo para adentrarse en un período, el de la segunda mitad del XVII, escasamente transitado y necesitado de claves para ordenar su estudio sistemático. Su análisis del uso por Esquilache de los modelos de Lope y los Argensola, no sólo en su dimensión estilística, sino sobre todo en sus posiciones de campo, abre una vía de reflexión sobre la conformación del canon y las dinámicas internas de una historia de la poesía en el período que está por hacer. De singular valor me parece la acuñación de la noción de “amateurismo”, complementaria a la de la “profesionalización”, que ya ha recibido algunos acercamientos. Con ella se define una actitud, una parcela del campo literario y una clave para la comprensión de las razones que movieron a la publicación de sus versos a un número considerable de nobles y poderosos en las décadas que siguen a la desaparición de Góngora, Lope y Quevedo. Temas, actitudes y elecciones estilísticas quedan, así, ordenadas en una perspectiva de lectura e interpretación que no se limita a las razones de imitación y evolución tradicionalmente manejadas, y permite percibir las relaciones que, al margen de escuelas o géneros, reúne a los poetas de un nuevo molde, que responden a los cambios operados en el modelo social y su trasunto literario. Y Jiménez Belmonte lo hace sin alardes teóricos ni conceptuales, sin ideas preconcebidas, pero también sin adanismos ni afanes de novedad; usa con tacto y mesura las herramientas conceptuales y críticas ya forjadas, dando buena cuenta de ellas, pero seleccionándolas en función de las necesidades del texto y de la apertura de su propia línea de investigación. El resultado es una llamada de atención sobre la necesidad de atender a estos aspectos y un ejemplo de los positivos resultados de su actitud, que no cabe trasladar miméticamente, so pena de empobrecer sus frutos; sí cabe (y se debe) seguir esta línea para aprender de ella la utilidad de la aplicación sin deslumbramientos de una apertura del horizonte crítico y la atención a toda la complejidad de la obra literaria, en una dimensión que sobrepasa la del texto en sentido estricto y la atiende en cuanto discurso, con su funcionamiento en un marco social de producción y recepción, en el que cuenta la actitud autorial y su voluntad de incidencia en la lectura de la obra.

 

Junto al estudio de las figuras relevantes y el análisis de las razones que les otorgan dicha relevancia, es necesaria la indagación documental que permita recomponer el escenario en el que los autores se representaron y que, en los términos de Bourdieu, permiten recomponer todas las posiciones del campo literario. Las agrupaciones de escritores que constituyen las academias, tanto las efímeras como las que presentaron voluntad de permanencia, son un factor de reconocida importancia desde hace décadas, pero donde apenas se han producido avances significativos desde las monografías fundacionales de estos estudios, al margen de la labor editorial y hermenéutica de Evangelina Rodríguez Cuadros y el grupo valenciano. Por ello hay que saludar, como lo ha hecho la Biblioteca Nacional al concederle su Premio de Bibliografía, el trabajo de Alain Bègue, que es bastante más que el catálogo descriptivo que ofrece como subtítulo. Ya este mismo carácter es de enorme trascendencia, por levantar acta de todo lo recogido en estos impresos y ordenar su registro con preciosos índices, de los que surge una auténtica topografía de la práctica académica en el período, por más que se trata de un registro parcial de sus testimonios. Pero, además, con una breve y precisa introducción el volumen sitúa el material recogido en la perspectiva adecuada para un estudio en profundidad, destacando el significado de la agudeza, la pertinencia de lo jocoserio, el valor del prosaísmo y las razones de reorientaciones estilísticas y métricas. Si en estas páginas Bègue apunta la influencia de la práctica pública y oral en el desarrollo de la escritura poética del período, la aportación documental que ofrece y su cuidada presentación imponen esta evidencia, estableciendo con sobriedad una relación fecunda entre un positivismo de nuevo cuño, la actualización de la tradición bibliográfica y los enfoques más recientes de una historiografía que rehúye las simplificaciones y se muestra cada vez más atenta a la complejidad de un campo literario cruzado por innovaciones y persistencias, donde lo público y lo privado, lo profesional y lo ocasional se entremezclan sin límites muy precisos, por lo que es necesario recomponerlos para interpretar los hechos poéticos en su valor intrínseco, pero también en el conjunto de prácticas contemporáneas de escritura.

Un ejemplo mayor de la productividad de estos enfoques se desprende de la atención prestada a la dimensión europea del fenómeno académico (para designar por antonomasia las reuniones de letrados) y a su extensión en una diacronía más amplia que la del período áureo. Fruto de un coloquio romano celebrado en 2006, se anuncia para el otoño de 2008 la aparición del volumen coordinado por van Dixhoorn y Speakman, y que es uno de los pocos casos en que se atiende a la realidad española en el panorama europeo. La aportación es fruto de una ya larga línea de trabajo cultivada por Inmaculada Osuna, a la que se suman perspectivas de orden conceptual de otros dos miembros del Grupo P.A.S.O., García Aguilar y Álvarez Amo, para centrar en el caso granadino una valiosa síntesis del fenómeno académico en la España áurea, con una perspectiva comparatista, en un diálogo con las literaturas y las prácticas sociales europeas contemporáneas. Ésta es una de las tareas más urgentes que tiene ante sí el hispanismo al inicio del siglo XXI, demasiado tiempo anclado en la idea de la peculiaridad peninsular y lastrado por unas carencias de formación e interés por otras realidades que le dificultan superar la entropía de un discurso reiterado y clausurado. Centrado en las academias y otras formas de sociabilidad letrada, el volumen conecta con la monografía de Bégue, al tiempo que su noción de “república literaria” y la voluntad de indagar en sus inicios y primer desarrollo representa una confluencia, aun desde una diversidad metodológica, con los planteamientos en torno a la noción de “campo literario” y las diversas formas que los escritores despliegan en su ocupación.

Un recorrido por estos tres textos, como ejemplos de referencia, se convierte en una experiencia de reflexión que propicia una lectura renovada de algunos de los aspectos en los que hoy se atranca un análisis tradicional de la literatura, ofreciendo soportes conceptuales y positivos más sólidos que los de un enfoque meramente teórico o, por mejor decir, ideológico, una lectura de la que no se debe prescindir en los acercamientos que nos reclama el actual estado de la filología y el lugar del hispanismo en el momento presente, tan reacio a los saberes encerrados en sí mismos.

 

© Pedro Ruiz Pérez

Fotograma de la película Don Quixote (1933) de Georg W. Pabst.

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